El ejercicio del voto, como carácter unilateral de nuestro pueblo, es la manera consciente y plural de entender cómo funciona la democracia. Históricamente el estado como punto de partida de una necesidad de reivindicación, ha demostrado que el lenguaje del pueblo se representa a partir de la opinión colectiva de nuestro tiempo. Entenderemos entonces, que el lenguaje que conocemos es la voz del pueblo, como intervalo de consciencia entre su militancia y las decisiones puntuales que tienen con respecto a lo que quieren y esperan de sus dirigentes. Esta es una verdad a voces, entonces la pregunta es: ¿Por qué buscar descalificar su propio juicio?

La verdad es simple, la injerencia de ciertos grupos que, alejados del objeto del pueblo, que mediante el ejercicio del voto mostró una verdad, que se observa en las calles, en las sonrisas y en el trabajo punto por punto en esta revolución que solo busca encontrarnos en la misma sintonía, no tiene más eslabón que la derecha venezolana, por esta razón la pregunta es ¿cuáles podrían ser las verdaderas nocturnidades a las que hace falta una luz más clara que esta?

Por ello el 10 de enero, fecha descrita en nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela. En medio de intervenciones, sanciones, guerra mediática y demás nocturnidades de la extrema derecha, el presidente reelecto democráticamente Nicolás Maduro Moros, será envestido para un nuevo periodo presidencial, en el que se ha demostrado bajo una finura de ideas revolucionarias, atender de primera mano la crisis impuesta por la guerra económica, mostrándonos así un camino a seguir, bajo una línea de trabajo coherente, que pese a los deseos golpistas de la derecha, mantiene en pie para todos y todas.

En este pensamiento que circundan las calles de hoy, es el deseo de aquellos que creemos en el proyecto Bolivariano, pero hay de aquellos que, siendo manipulados por un cerebro mediático auspiciado por organismos internacionales de una lamentable corrupción, toman las calles teniendo el cerebro congelado en mentiras de falsos líderes que saben muy bien, que su tiempo acabo y no hay vuelta atrás.

Entonces, tomando esto en cuenta y considerando la voz de millones de venezolanos, la idea es breve, no volverán.

Por Ángel Antonio Rivas

9 de enero del 2025.